Dieta BARF en perros y gatos: ¿moda saludable o riesgo innecesario?
Cada vez más dueños de perros y gatos buscan una alimentación más natural, imitando lo que sus mascotas comerían en libertad. La dieta BARF ha ganado fuerza… pero ¿es realmente segura? En este artículo exploramos sus beneficios y advertencias.
¿Qué es la dieta BARF?
La dieta BARF (acrónimo en inglés de Biologically Appropriate Raw Food o Bones And Raw Food) propone alimentar a perros y gatos con comida cruda y natural, similar a lo que consumirían en estado salvaje. Generalmente incluye:
- Carne cruda (pollo, ternera, cordero…)
- Huesos carnosos crudos
- Vísceras (hígado, riñones…)
- Verduras y frutas trituradas
- Suplementos naturales (aceites, algas, etc.)
El objetivo es ofrecer una nutrición más “biológicamente adecuada” que los piensos procesados.
Beneficios de la dieta BARF
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Mejora del pelaje y la piel
Muchos propietarios notan un pelaje más brillante, suave y con menos caspa tras el cambio a BARF.
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Aliento fresco y dientes más limpios
La masticación de huesos crudos ayuda a reducir el sarro y el mal aliento, favoreciendo la salud bucal.
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Mejor digestión y heces más pequeñas
Al ser una dieta más natural y menos procesada, suele mejorar la digestión y reducir el volumen y olor de las heces.
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Mayor energía y vitalidad
Algunos animales muestran más actividad, ganas de jugar y mejor estado físico general.
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Menor exposición a aditivos y conservantes
Al evitar piensos industriales, se reduce el contacto con sustancias artificiales potencialmente dañinas.
“Desde que cambiamos a BARF, mi perro dejó de tener alergias cutáneas”, cuentan muchos dueños en foros y grupos especializados.
Riesgos y advertencias
Contaminación bacteriana
Como Salmonella o E. coli, que pueden afectar a la mascota… y a los humanos que la rodean.
Desequilibrios nutricionales
Si no se formula bien, puede haber carencias (por ejemplo, calcio o vitamina D) o excesos.
Riesgo con huesos crudos
Pueden astillarse y causar obstrucciones o perforaciones intestinales.
No es apta para todos los animales
Mascotas inmunodeprimidas, cachorros o mayores pueden tener más complicaciones.
“Preparar una dieta BARF requiere conocimiento nutricional. No basta con darle carne cruda”, advierten veterinarios.
¿Debo darle BARF a mi mascota?
- Consulta siempre con un veterinario nutricionista antes de hacer el cambio.
- Usa ingredientes de calidad para consumo humano.
- Congela previamente la carne para evitar parásitos.
- Equilibra los nutrientes de forma adecuada.
- Mantén la higiene estricta en cocina y utensilios.
- Supervisa la transición progresiva desde el pienso.
Conclusión
La dieta BARF puede ser beneficiosa si se aplica correctamente, pero no es una solución mágica ni apta para todos. Requiere compromiso, información y supervisión profesional. Antes de dar el paso, infórmate bien y, sobre todo, consulta con un especialista en nutrición animal.